ME HALLO UVA, ME HALLO PARRA

Y allí me encontraba yo, sin saber qué decir, sin saber qué pensar y sin saber dónde buscar. Mi cara de interrogación todo lo decía por mí. Y es que mi mente estaba de expedición, tal día que tanto tenía que hacer.

Salí a buscarla pero, claro, sin ella lo único que se conseguía era perderme más y en ese momento a la que tenían que buscar era a mí.

Finalmente, allí donde me encontrase, conseguí averiguar que mi mente estaba a por uvas. Me dijo un gentil estímulo electromagnético que debía de venir de la vendimia.

Y allí estaba yo, ala sombra de una parra viéndolas pasar y sin cazar ningún estímulo,  mirando hacia la parra a si encontraba mi mente.

Me la imaginaba con un sombrero de paja una cesta de mimbre bajo el brazo, buscando la uva más sabrosa, la más brillante, la más gorda, palpándolas para ver cual es la que tenía más zumo.

Me la imaginaba sumergida en un montón de uvas verdes, rojas y amarillas. Me la imaginaba engullendo uvas, manchándose su rostro de fruta.

Me la imaginaba emborrachándose por el vino de las uvas, sujetando una copa, tambaleándose por las ramas de mi parra.

Pero no me voy a ir yo por las ramas, aunque, lo cierto, es que estando allí me abordaba insistentemente una cuestión: ¿Uva es la pareja de Uve?¿Y cómo se distingue una uva de una uve?

Y de repente, se me encendió la bombilla… de la mesita de noche y allí estaba yo, despertando a un nuevo día con mi mente maniatada a mi cuerpo para que no se escapara más.

 

CMG

3 pensamientos en “ME HALLO UVA, ME HALLO PARRA

  1. Rocío dice:

    Vendimia adelantada…en septiembre te espero para hacer mosto! Besos 😘.

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  2. Ana Montenegro dice:

    Mas de un día me he sentido yo así…jaja.
    ¡Que divertida forma de expresarlo!

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